Tus pensamientos crean tu vida | Louise Hay

Caminos de Sabiduría

Louise Hay

Crear tu propia vida. Práctica de las afirmaciones positivas.

La idea sencilla que la mayoría no entiende es que todo lo que pensamos y decimos crea nuestro futuro.

Enviamos los pensamientos al universo, que nos los devuelve como experiencias.

Es muy sencillo, pero la mayoría no lo entiende.

Nunca lo han oído y les parece ridículo.

Pero si aceptas que con cada pensamiento y cada palabra pintas tu futuro, preparas la cena, como quieras llamarlo.

Estás creando.

Creas tu propia vida.

Es sencillo…

Pero no es fácil de aceptar.

Pero cuando lo aceptas, puedes crear deliberadamente lo que quieres en la vida.

Tomas conciencia de lo que no quieres en tu vida y de cómo contribuyes a ello.

Creo que esto ha sido siempre así, pero por alguna razón, en los últimos 20 años, el universo ha querido difundirlo entre quienes están preparados.

La mayoría pensamos y pensamos, sin fijarnos en lo que pensamos.

Lo hacemos sin más, pero hay que entrenarse.

Entrenarse para ser consciente de lo que uno piensa.

Un sistema es preguntarse a menudo: “¿Qué estoy pensando? ¿Quiero que esta idea cree mi vida? ¿Me interesa la experiencia derivada de esa idea?”.

Esto lleva un tiempo, pero aunque partamos del nivel más bajo de conciencia sobre lo que pensamos, empezamos a hacer cambios.

Práctica de las afirmaciones

Se empieza por hacer afirmaciones, frases positivas sobre tu vida.

Se hacen deliberadamente, a cualquier hora, dos veces al día o cuando sea.

Cuando las conviertes en un hábito, las cosas cambian, en pequeña medida.

Es como encontrar luz verde y aparcamiento.

Son pequeñeces, pero da gusto encontrar tres semáforos en verde cuando tienes prisa.

Una afirmación se hace escribiéndola donde sea o diciéndola.

Le pido a la gente que se ponga ante un espejo y haga afirmaciones, pues es muy efectivo mirarte a los ojos y aceptarte, o darte cuenta de que te rechazas cuando dices algo bueno de ti.

Es una forma gradual de empezar.

Levantarte por la mañana, ir al espejo, y esto es difícil para mucha gente:

Mirarte y decir: “Te quiero. Te quiero de verdad”.

De entrada es duro, porque uno piensa en sus defectos, pero empezar el día así es muy efectivo.

Recuerda que el universo escucha lo que dices y piensas, y dice “puedes conseguirlo”.

Te acoge y atrae las cosas hacia ti.

Parece absurdo, pero funciona.

Si haces una afirmación positiva sobre ti, el universo encontrará la forma de manifestarlo, de hacerlo realidad. 

Ocurren cosas que no te esperas.

Pero ocurren.

Hacer afirmaciones es como plantar una semilla.

De entrada no es real, pero esperas que llegue a serlo.

Plantas una y esperas que germine.

O tres, por si acaso.

Esperas que germinen.

No las desentierras a los dos días para ver qué pasa.

Confías en que germine porque sabes que hay un proceso.

La planta crece si tiene tierra fértil y la humedad justa.

Convertirlo en un hábito diario, hacerlo cada mañana es bueno, o antes de acostarse.

La gratitud funciona.

Estar agradecido por todo…

El universo ama la gratitud. Cuanto más se agradecen las cosas buenas, más cosas buenas hay que agradecer.

Si alguien me regala algo y digo: “Odio ese color, no es de mi talla…”

Esa persona no volverá a darme nada.

Si dices: “Gracias, me encanta”, te comprará más cosas que cree que te gustarán.

El universo es igual: aprecia la gratitud.

Sólo me esperan cosas buenas

Si estás convencido de no merecer cosas buenas, como le pasa a muchos, habrá retrasos.

Algunos dicen que las afirmaciones no les funcionan, pero si hacen afirmaciones de prosperidad, las hacen y dicen que no funcionan, les pregunto cuántas hacen al día: Dicen “tres” y entonces pregunto cuántas afirmaciones de pobreza.

Pueden ser 300, según los antecedentes y lo que piensan.

Uno de mis principios es que sólo me esperan cosas buenas.

Llevo años diciéndolo.

No me preocupa lo que pase en la vida, pues sé que será bueno.

No pueden cambiarse las ideas sin saber cuáles son.

Puedes hacer muchas cosas para ser más consciente de lo que pasa.

Como muchas de nuestras creencias son inconscientes, las ignoramos.

Nos las inculcan de niños.

Hay que dedicar un rato a identificarlas.

Un buen ejercicio es escribir en un papel: “Qué pienso de los hombres”, y en otro: “Qué pienso de las mujeres”, del dinero, de cualquier tema, y escribir todo lo que se nos ocurra.

Aunque no sea agradable.

Escribir cosas sobre cualquier tema, ver cuántas son positivas y cuántas no.

Si logras dar la vuelta a las negativas, hacerlas positivas, desechas creencias sobre el dinero que no son buenas para ti, o que te impiden ganar dinero.

Puedes hacerlo con muchos aspectos de la vida.

Y descubrir qué piensas realmente sobre ello.

No puedes cambiar tus ideas si no las conoces.

Hay una ley del pensamiento y la estamos descubriendo.

Es como un ordenador.

Si te dan uno precioso y no sabes qué hacer con él, es chatarra.

Pero si aprendes su lenguaje, se obran milagros.

En eso consiste la ley del pensamiento.

Cuando aprendes cómo funciona, se obran milagros.

Lo que crees es los que se hará realidad para ti.

Tus pensamientos crean tu vida.

Así de simple.

Si entendemos eso, podemos lograr grandes cambios.

Capítulos

00:00     Inicio

01:43     Práctica de las afirmaciones positivas

03:51     La gratitud funciona

04:28     Sólo me esperan cosas buenas

05:11     No pueden cambiarse las ideas sin saber cuáles son

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